TAPIZ PLAYA DIALOGO DE HORIZONTES

El tapiz "Diálogo de Horizontes" es una declaración concisa y minimalista sobre la interacción del color, la forma abstracta y la quietud espacial. La obra se inspira en el lenguaje de la abstracción geométrica  para crear una experiencia visual que es simultáneamente vibrante y contemplativa. Su propósito es destilar el paisaje y la emoción a sus componentes esenciales.

 Minimalismo Formal

La fuerza del tapiz reside en su economía de medios: un número reducido de elementos dispuestos en una cuadrícula implícita.

 La composición se basa en tres bandas de color principales que sugieren la superposición de planos o la simplificación extrema de un horizonte (cielo, tierra, agua). Estas bandas son curvas y fluidas, contrastando con la linealidad geométrica estricta y aportando una calidez orgánica.

 El elemento más dinámico es la línea roja que enmarca el lado izquierdo y superior. Este gesto curvo actúa como un paréntesis o una ventana, conteniendo y organizando el campo de color interior. Introduce una tensión direccional que evita que la composición se vuelva estática.

 El tapiz, colgado de una barra de madera, enfatiza su naturaleza textil y liviana. El fondo de tela cruda funciona como un espacio negativo fundamental, permitiendo que las áreas de color vibren y manteniendo la sensación de luz y aire.

Paleta de Color y Equilibrio Primario

La elección de la paleta es clave para el impacto emocional de la obra, utilizando una selección de colores primarios y secundarios de alta saturación.

El rojo fuerte aporta energía y define la forma estructural. El amarillo mostaza/soleado inunda el centro con calidez. El azul turquesa profundo ancla la parte inferior con frialdad y estabilidad.

• El Contraste de Súper-Posición: Los colores no se mezclan; se yuxtaponen. Esta relación de contraste genera una vibración óptica, sugiriendo la intensidad de la luz solar o el calor tropical.

• Tensión Cromática: La combinación de colores primarios (rojo, un derivado del amarillo/mostaza, y un azul fuerte/turquesa) crea un diálogo energético y optimista, típico de la estética del diseño moderno de mediados de siglo.

 El Tapiz como Meditación Textil

El medio elegido —un tapiz con flecos— trasciende la rigidez del lienzo.

 La técnica del tapiz introduce una suavidad táctil y una dimensión artesanal. La presencia de los flecos en el borde inferior rompe formalmente con la abstracción geométrica y añade un elemento de imperfección humana y textura rústica.

 La obra no es solo para ser vista, sino para suavizar el ambiente. Es un "mural suave" que utiliza la abstracción para crear una pausa visual de color y forma en el interiorismo moderno, ofreciendo un punto focal de armonía simple y refinada.

"Diálogo de Horizontes" es un manifiesto de la simplicidad efectiva: un juego controlado de color y curva que transforma el minimalismo en una expresión cálida y profundamente resonante.